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sábado, 25 de mayo de 2013

"ACEITE DE PERICÓ". Fregenal de la Sierra.Badajoz. Extremadura.




Los campos comienzan ya poco a poco a lucir ese color amarillento que precede al verde de hace algunas semanas, pero aun hay plantas que enseñan sus atractivas flores a los insectos, para ser polinizadas; además esas flores atraen nuestra atención, como la Hierba de San Juan o Hipericón (Hypericon perforatum), la belleza de sus flores amarillas y el verde de sus hojas pequeñas, consiguen un llamativo contraste. Es una planta de la que se obtienen diferentes aplicaciones como planta medicinal. Ya su nombre parece que lo toma de los caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén, pues estos llevaban siempre consigo esta planta para curarse las heridas de guerra. Sus efectos son analgésicos, antiinflamatorios, sedantes y un tónico reconstituyente para el sistema nervioso, o sea una joya. Por estas tierras utilizamos el conocido como “aceite de pericó”, que no es otra cosa que el aceite resultante de dejar durante al menos veinte o treinta días la planta en maceración en aceite de oliva; este aceite se utiliza para tratar todo tipo de heridas, quemaduras o dolores musculares.
Algunas creencias en pueblos extremeños, hablan de que lavándose la cara el día de San Juan (24 de Junio), con agua en la que previamente se ha puesto a remojo la noche antes esta planta, llenará de juventud la piel de la persona que la utilice.
Recuerde el lector que nunca se deben de utilizar plantas para curar, sin consultar a un experto. También es necesario saber si la planta que vamos a recolectar está protegida o no y en cualquier caso coger la menor cantidad posible, pues tenemos el deber de impactar con nuestras acciones lo menos posible en el entorno.



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