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sábado, 31 de enero de 2015

EL CELO DE LOS ZAMPULLINES



Estos días últimos de del  mes de enero, aunque el frío aun persiste, en los días soleados podemos observar en las aguas tranquilas al zampullín común (Tachybaptus ruficollis), el más pequeño de los somormujos que ya se entrega a sus paradas nupciales. Los machos se persiguen emitiendo sus reclamos, muy parecidos al relincho de un caballo. Son aves muy territoriales, así que cuando en la charca coinciden varios machos, se monta la algarabía por los territorios y por las hembras.Es un espectáculo verlos como rayos por la superficie del agua realizando sus persecuciones y peleas.
En breve construirán sus nidos, unas plataformas flotantes que construyen con vegetación y donde pondrán sus huevos, entre cuatro y cinco. Al parecer la fermentación de la vegetación podría tener alguna influencia en la incunbación de los huevos. Unas aves muy interesantes de observar.

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