Jerez de los Caballeros y en primer término plantas de zumaque.
Aún hoy si entramos a Jerez de los Caballeros por la N-435,
en la margen derecha podemos observar cómo crece de manera totalmente
asilvestrada la planta del zumaque (Rhus coriaria), la palabra zumaque procede
de la voz árabe summaq. Su nombre especifico coriaria deriva del latín corium
que viene a significar cuero, piel, ya que su uso más antiguo ha sido como
curtiente de pieles. El zumaque fue introducido por los árabes en la península
ibérica. Los taninos contenidos en esta planta arbusto, hacían posible el
curtido de las pieles, dándole esa
flexibilidad y resistencia al cuero. También se utilizaba para teñir.
En el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura del
año 1791, se puede leer que en Jerez de los Caballeros:
Las cosechas son trigo, centeno, cevada… y zumaque.
No podemos olvidarnos de las cosechas de zumaque que se
recolectaban en el Valle de Matamoros y en el Valle de Santa Ana. Además de
otras poblaciones como Feria, La Parra o La Morera por mencionar algunas.
En el trabajo de Beatriz Gordillo Moreno e Ismael Montero
Fernández sobre Perspectiva de Jerez de los Caballeros en 1753 a través del
Catastro del Marqués de la Ensenada se lee lo siguiente:
“El terreno se compone de viñas, olivares y algunos
zumacales.
8 fanegas de zumacal y se pagaba 3 reales la fanega de
zumaque.”
Había en la localidad seis maestros curtidores que cobraban
seis reales por día.
En este trabajo se mencionan al menos seis tenerías:
Una en la Calle Nueva, cuyo propietario era un tal José
López. Otra en la calle Pieles, cuyos propietarios eran Manuel Domínguez del
Caño y D. Francisco Ramirez. Otra tenería en la calle Higuerita cuya
propietaria era una menor llamada María Antonia Zambrano y cuyo tutor se
llamaba Pedro Conde. Otra más en la calle de las Pieles de la que era
propietario D. Juan Domínguez (Presbítero) también estaba situada ésta en la
calle de las Pieles y por ultimo otra tenería en Fuente Nueva propiedad de
Pedro Fernández Peña.
Aquí se menciona dos veces la calle de las Pieles, será la
calle Piteles?.
En el Libro de Jerez de los Caballeros de Matías Ramón
Martínez y Martínez publicado en Sevilla en 1892, podemos ver datos referidos
al año 1728, que dice así:
“ no ai en esta ciudad fábrica alguna más que de una corta
porción de corambre, así de Bacuno como de cabrío y lanar…”
El corambre es el conjunto de pieles
de diferentes animales.
Cuando escribe Ramón Martínez sobre sanidad pública vemos
algo muy interesante:
“Había dentro del poblado tenerías, que ayudaban a la
infección, pues ninguna medida sanitaria se dictaba contra los abusos de los
curtidores”.
Tenemos que recordar que las tenerías producían muchos
desechos, como pelos, trozos de carne, o grasa, así que podemos imaginar el insoportable
hedor en aquellos momentos en esas zona de Jerez. Todo esto a pesar que el día
primero de cada año, señala Ramón Martínez, se elegía dos veedores de
curtiduría. Que supuestamente deberían de controlar las tenerías, pero que por
alguna razón no deberían de hacer muy bien su trabajo, según las críticas del
momento.
Y por último cuando Martínez escribe sobre el término de la
ciudad, escribe lo siguiente:
“ arroyo el de las Tenerías que nace dentro de la población,
en el barrio de los Mártires, recoge aguas sobrantes de las fuentes de los
caballos, Higuerita y Nueva y después de regar las muchas huertas que hay en la
extensa Vega de Santa Lucía y San Lázaro, tuerce hacia el sur y desagua en Ardila”.
Y aquí comprobamos que como ya recogía el Marqués de la
Ensenada, anteriormente efectivamente las tenerías están ubicadas en las calles
más o menos cercanas del arroyo de las Tenerías donde desembocaban todas esas
aguas que llevarían las inmundicias sobrantes del curtido de las pieles.
Zumaque asilvestrado
Arroyo de las Tenerías, al fondo Jerez de los caballeros
Un buen trabajo de búsqueda de información sobre esta curiosa planta, que abunda asilvestrada en muchas de las zonas que citas.
ResponderEliminarGracias José-Elías.
ResponderEliminarUn saludo
Muy buen trabajo de investigación y preciosas e ilustrativas fotografías. Enhorabuena. Rogelio Segovia
ResponderEliminarGracias Rogelio. Un saludo.
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